Las razas de ganado europeo tienen mayor productividad de leche y carne que las razas criollas pero poseen el problema de la mala adaptación a las condiciones del trópico.
Han tenido un riguroso trabajo genético en el clima templado durante cientos de años, lo que ha permitido obtener animales con los caracteres raciales deseados de adaptación al clima templado de Europa, de producción elevada en leche y carne, armonía fenotípica, capacidad fisiológica para asimilar las dietas acordes con la producción, adaptación a las condiciones y enfermedades del medio europeo, etc.
Estas características hacen que los animales de origen europeo sean unas verdaderas fábricas para la producción, puesto que requieren de un número importante de condiciones especiales que incluyen un paquete tecnológico sin el cual los animales no pueden rendir lo que sus capacidades genéticas prometen.